CEO de Tesla y SpaceX reconoce que hay casos excepcionales que obligan a teletrabajar, contradiciendo su reciente declaración controversial en redes sobre erradicar modos de labor a distancia en sus conglomerados empresariales.
Teletrabajar o laborar remoto permite realizar contrataciones en un lugar diferente a la oficina y la actividad implícita contratada se pauta en un lugar alejado de las sedes centrales o de las instalaciones de producción de la empresa que se trate, valiéndose de la utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en evolución constante (TICs).
Existe gran número de herramientas tecnológicas y frecuentemente se lanzan innovaciones que permiten trabajar desde casa, o en situaciones de viaje, cumplir con otras obligaciones y conciliar la vida personal. Si bien, hay muchas tareas que un trabajador puede realizar con eficiencia fuera de la oficina, sin requerir su presencia en un puesto de trabajo físico en locaciones de una empresa, es porque las nuevas tecnologías han ampliado enormemente las posibilidades. Además, la situación de crisis actual amplió los entornos de aplicación tecnológica, forzando a las empresas a agudizar el ingenio y sacar máximo partido a los medios disponibles.
Un espectacular avance de la tecnología de los smartphones, las redes 4G (y la novedosa 5G), así como la gran penetración del Internet en los hogares que tienen su acceso, facilita enormemente que los trabajadores puedan realizar funciones convenidas desde casa. Herramientas como las videollamadas, videoconferencias o reuniones virtuales, o los entornos en cloud hacen que con cualquier terminal u ordenador conectado a Internet se disponga de un puesto de trabajo móvil sin la necesidad de instalaciones especiales o grandes inversiones.
Globalizadas las consideraciones anteriores en el mundo, sería una percepción muy limitada pretender desvirtuar la tendencia de las modalidades del trabajo remoto con posiciones estratégicas exclusivistas de algunos monopolistas en las industrias tecnológicas. Tal es el caso del estrenado presidente de TESLA, Elon Musk, quien recientemente desplegó un movimiento táctico de posicionamiento corporativo al lanzar en las redes sociales una invectiva contra el teletrabajo y su impulso creciente para ser evolutivamente adoptado por gran parte de la fuerza laboral activa.
En tal sentido, Musk dejo claro a sus empresas y directivos que el trabajo a distancia ya no es aceptable y que cualquiera que desee trabajar remoto debe hacerlo en oficina un mínimo de 40 horas a la semana. Al parecer, su enfoque estratégico, para seguir incrementando sus ganancias, justifica eliminar sucursales remotas donde se controlaban empleados que no laboraban en relación directa con las funciones del trabajo contratado. A su criterio, no es posible ser responsable de recursos humanos de una fábrica en una locación, teniendo las oficinas de su centro operacional en otro Estado. Sin embargo, luego debió reconocer que hay casos circunstanciales en los que no queda más remedio que teletrabajar, justificando que él mismo evaluaría y aprobaría tales excepciones en sus nóminas.
La transición exitosa de pasar de un puesto de trabajo presencial a un trabajo remoto o con modalidad telemática puede suponer un reto en cualquier empresa para los empleados implicados, requiriendo cambios importantes en la forma de pensar y planificar de las organizaciones, a fin de asegurar los alcances propuestos con este modelo.
Situaciones excepcionales que se avizoran en el mundo también aumentan la incertidumbre y las tensiones en la convivencia social, exigiendo cambios importantes en las modalidades del trabajo. En cualquier caso, sin un plan previo de preparación y formación es más difícil implantar violentamente alguna innovación o modalidad para sustentar y sostener la continuidad de un negocio en marcha.
Experimentar iniciativas en las formas de abordar crisis en los negocios de hoy supone niveles de avance, por lo cual las organizaciones que ya hubiesen operado valiéndose del teletrabajo, podrían integrarlo de forma más exitosa y extensa, tal como lo exijan las circunstancias. La planificación con la mejor disposición de todas las partes involucradas sería ineludible para afrontar eficazmente los escollos que pudieran surgir para lograr una transición efectiva hacia el trabajo a distancia.
Adaptarse al trabajo remoto o estructurar híbridos operativos en una organización exige derribar presuntas creencias y mitos que rodean estos sistemas laborales, debiendo estudiar y asegurar las previsiones requeridas antes de proceder.