Mucho se ha dicho sobre la afirmación de la felicidad de los empleados relacionada con la productividad pero ¿de qué trata esto? Todo empresario desea que su negocio prospere y por tanto que sus empleados sean eficaces para lograrlo, pero la felicidad de los trabajadores también importa, ya que las personas motivadas trabajan mejor y son mucho más productivas.
De acuerdo al estudio “Felicidad y trabajo” realizado por una consultora mexicana los empleados que son felices y se sienten dichosos incrementan 30% su productividad. Esto se debe al dinamismo y la motivación con la que trabajan y además la actitud positiva con la que enfrentan las adversidades. Todo esto se traduce en mayor productividad y por ende mayor eficiencia.
El análisis también reveló que los empleados felices corren menos riesgos de sufrir accidentes, son más previsivos y asumen un comportamiento positivo ante las dificultades, esto sin duda se ve potencialmente beneficiado por el ambiente laboral que suele ser armonioso, ameno, lleno de equilibrio y de apoyo mutuo entre todos los trabajadores.
¿Cómo puedes motivar a tu equipo?
Primero que todo no es una tarea fácil para ninguna compañía mantener la estabilidad en sus empleados, tomando en cuenta que en los primeros seis meses se suele perder la motivación en el 85% de las empresas, de acuerdo con un estudio de la Harvard Business School.
Como dato curioso no todo está netamente relacionado con el aspecto monetario como se podría creer, de hecho es un punto que no perdura a largo plazo. El hecho de motivar a los empleados va más allá de las recompensas monetarias, se trata más bien del crecimiento y la confianza en poder desarrollar otras labores.
Ideas que mantienen al personal contento y productivo:
Flexibilidad de trabajo es importante otorgar a los empleados la confianza de gestionar los tiempos entre el trabajo y su vida personal, esto promueve la libertad de decisión y en consecuencia incentiva al personal.
Incentivos simbólicos
Una invitación al cine, un cupón de compra o una cena para compartir con alguien especial, forman parte de esas recompensas simbólicas que permiten a nuestros empleados sentirse valorados y construir momentos de felicidad.
Crecimiento profesional
Para alguien formar parte de una empresa no solo representa ganar un salario mínimo, sino además crecer como profesional y poder desarrollar habilidades que le concedan sentido a su carrera. Por eso la compañía debe generar la confianza y ofrecer a sus empleados oportunidades de desarrollo fuera de su zona de confort.
Capacitación al día
No hay nada que motive más a un empleado que recibir formación adicional en su trabajo sobre la labor que ejerce y potenciar sus conocimientos. Además resultan positivas tanto para los trabajadores como para la empresa.
Reconocer el mérito
Parece trillado pero ciertamente el buen trabajo no solo debe incentivarse con excelentes remuneraciones, sino además hacerlo notorio y de conocimiento público en todo el equipo
Cabe acotar que todas estas herramientas funcionan, siempre y cuando estén enmarcadas bajo el respeto, el liderazgo y la libertad de comunicación en la relación de jefe-empleado.